En Lizarra, además de las elecciones el último fin de semana de
mayo celebran las fiestas de la Virgen del Puy. Una vez más, UPN ha
vetado las txosnas, pero ha puesto la alfombra roja para que Kiko Rivera
y otros DJ actúen hasta la madrugada en junio. Un símbolo.
El doble rasero aplicado por el Ayuntamiento de Lizarra que preside
Begoña Ganuza (UPN) es un ejemplo de la gestión desarrollada en esta
legislatura. Se ponen toda clase de trabas a la iniciativa popular
mientras se prioriza la gestión privada de los bienes públicos. El
argumento empleado por UPN para impedir la instalación de las txosnas ha
sido que solo se pueden autorizar en las fiestas de agosto y que en las
del Puy, más para los de casa, no tiene sentido que se ocupe el espacio
público con este tipo de instalaciones. Para Kiko Rivera y compañía, en
cambio, no vale este criterio, ya que se ha concedido al llamado Summer
Festival el uso de la Plaza de Toros el 27 de junio, una fecha que no
es festiva, hasta las cinco de la madrugada. A los demás colectivos, en
cambio, se les impone un horario mucho más restrictivo.
Koldo Leoz, el cabeza de lista de EH Bildu en Lizarra, subraya que,
además del modelo festivo y la prioridad a los agentes privadas, con
esta prohibición de las txosnas UPN trata de ahogar económicamente a los
colectivos populares de la ciudad. «Además de buscar la
autofinanciación, desde las txosnas se querían lograr fondos para
actividades con mayores y niños», destaca.
Las txosnas son un capítulo más, un ejemplo simbólico, de una larga
lista de decisiones polémicas adoptadas por Ganuza. «En el Ayuntamiento
de Lizarra ha primado el oscurantismo. Nos niegan información a los
grupos de la oposición y deciden todo entre ellos a puerta cerrada. Nos
solemos enterar por los medios», explica Leoz. Pone como ejemplo la
gestión del polideportivo. «Llevábamos dos años avisando de que iba a
caducar el contrato de cesión. Nuestra propuesta era que se volviera a
la gestión pública. Los gestores del Ayuntamiento no hicieron caso y
dejaron pasar el tiempo hasta un mes antes de la caducidad. Al final, lo
hicieron a prisa y corriendo, sin consultar a nadie». .
En Lizarra, también se espera que las elecciones municipales traigan
el cambio al Ayuntamiento. Para ello, el objetivo es que las fuerzas de
la actual oposición sumen nueve concejales. «Lo tenemos al alcance de la
mano, más cerca que nunca. La juventud está muy animada». EH Bildu,
Geroa Bai, y Ahora-Orain Estella/Lizarra representan esta esperanza de
cambio frente a UPN y PP y la permanente incógnita del PSN.
En Oteitza, el PSN no se presenta
Donde el PSN no es una incógnita es en la cercana Oteitza. Perderá la
Alcaldía, porque no se presenta. En la legislatura que está a punto de
terminar, el PSN obtuvo mayoría absoluta con cinco concejales frente a
dos de EH Bildu. El alcalde, José Ángel Bermejo, aprovechó esta
situación para gobernar de una manera que Rikar Azpillaga, cabeza de
lista de EH Bildu califica de «despótica».
La persecución a la ikurriña ha sido el elemento más mediático de la
gestión de Bermejo. Rompiendo un acuerdo que existía desde hace décadas
en Oteitza, el alcalde del PSN vetó la presencia de la tricolor en el
Ayuntamiento en fiestas. Es más, usó una plataforma elevadora para
retirar las ikurriñas colocadas en la calle. Tuvo una «enganchada»
verbal con varios vecinos que le recriminaban su actitud y el asunto
acabó en los tribunales, con peticiones de años de cárcel que quedaron
finalmente en multas de 170 euros por faltas que están a la espera de un
recurso. El caso es que tras todo ello el PSN ha sido ahora incapaz de
presentar lista, pese a tocar muchas puertas.
Azpillaga considera que lo más grave fue la fractura social que se
provocó en el pueblo y su principal objetivo es recuperar la
convivencia. Junto a EH Bildu se presentan también Independientes de
Oteiza, formado principalmente por agricultores. «Nuestro objetivo es
abrir el Ayuntamiento al pueblo, que las decisiones no se tomen a
espaldas de los vecinos. Tenemos opciones de conseguir la Alcaldía, pero
nuestro principal objetivo es dar la voz al pueblo», señala.
El PSN está implicado también en el escándalo de la Mancomunidad de
Montejurra, el ente que gestiona las basuras y el agua en Lizarraldea.
Su presidente, Pedro Mangado, que también ha sido alcalde de Sesma por
el PSN y opta ahora a la reelección, fue condenado por los tribunales
por cobrar simultáneamente dos sueldos públicos, el de la Mancomunidad y
el Ayuntamiento. Se vio obligado a devolver casi 12.000 euros que cobró
irregularmente. Otro caso de mala utilización de los recursos públicos.
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