Lo solicitan al Consistorio, que fue "quien la promovió y financió" en el año 1941
Cuatro vecinos de Oteiza han presentado un escrito a título
particular solicitando al Ayuntamiento del municipio, con mayoría del
PSN, que tome las medidas oportunas para retirar una placa
conmemorativa, situada en el atrio de la iglesia y de gran tamaño, que
reconoce a los fallecidos del bando franquista durante la Guerra Civil.
En sus argumentos, exponen que causa "sonrojo" que "todavía
hoy, en pleno siglo XXI y casi cuarenta años después de la muerte del
dictador Francisco Franco", no se haya retirado la citada placa y que
esté "a la vista de todos los vecinos y vecinas de la localidad".
Denuncian que se trata de una placa conmemorativa de "quienes
fallecieron a consecuencia de la Guerra Civil pertenecientes al bando
franquista de la contienda, siendo una mención pública y conmemorativa
de exaltación colectiva de la sublevación militar y un reconocimiento a
los que fallecieron en ese bando, con exclusión de los demás".
Concretamente, en la placa reza la siguiente frase: Muertos por Dios y por la Patria, e incluye los nombres de los 26 vecinos que murieron en la contienda por este bando.
Además, los promotores del escrito recuerdan que puede
comprobarse en varios documentos del archivo municipal que aquella placa
fue en su día (1941) "promovida, financiada y colocada" por el propio
Ayuntamiento de Oteiza. Por esa razón, piden que se adopten ahora las
medidas oportunas para "dar cumplimiento a la ley sin dar cabida, como
hasta hoy, a la pasividad administrativa", y sí, en cambio, "a una
actuación procedente en el marco jurídico que configuran los preceptos
legales", finaliza el escrito.
Según
comentan, ahora el Consistorio tiene tres meses para responder a esta
petición vecinal. Una petición que, por cierto, no es nueva. Ya en 2013,
y tras una polémica suscitada en la localidad tras retirar el alcalde
tres banderas colgadas en unos cables de la plaza, desde Bildu, grupo de
la oposición municipal, recriminaron al PSN que no actuase "con la
misma celeridad" para retirar esta placa, que es visible desde la calle,
pero sí para acatar la ley retirando la ikurriña de la casa
consistorial: del balcón y del salón de plenos.
Entonces, el primer edil, José Ángel Bermejo, aseguró a este
periódico que ya le habían solicitado al párroco que actuase. "No
podemos hacer más, está en una propiedad privada", dijo. Bildu entiende,
en cambio, que como la placa la pagó y colocó en 1941 el Consistorio, a
él corresponde retirarla. Incluso, señalan que ya hay una resolución
del TAN en Roncal que habla en estos términos.
Bildu ha presentado "tres o cuatro" veces una moción en los
plenos pidiendo, en este mismo sentido, que el Ayuntamiento tome las
medidas oportunas para tramitar la retirada de la citada placa y
"cumplir así la ley", mociones que siempre han contado con los votos en
contra del equipo de gobierno. Igualmente, recuerdan que hay más
símbolos franquistas repartidos por la localidad.