La economía basada en las macroinfraestructuras que únicamente
responden a los intereses de grandes empresas frente a los de la
población ha sido una constante en Nafarroa en las últimas décadas.
Acabada la época de las vacas flacas, estamos pagando las consecuencias
del despilfarro. Cada vez es más evidente que los pantanos de Itoitz y
Esa, las térmicas de Castejón y las consiguientes autopistas eléctricas o
el TAV están hipotecando el futuro y el presente de Nafarroa. No hay
dinero para nada, solo para seguir gastando en desarrollismo. Dicen.
Algunas de estas infraestructuras son incluso peligrosas para los
habitantes de la zona. Recrecimiento de Esa, presa de Itoitz, termicas
de Castejón, ...
Por eso, resulta obsceno que, ante la denuncia de que a instancias de
Hidrocantábrico se haya eliminado la estación de control de
contaminación de El Yugo que Sustrai hizo en el Parlamento, la respuesta
de la portavoz del PSN, Carmen Ochoa, sea que la contaminación es
necesaria para el progreso. "Peor sería que hubieran puesto la central
en Alfaro, ya que en Castejón tendrían la contaminación pero no los
ingresos que supone". Argumento de peso.
Al día siguiente, su compañera Maite Esporrin defendió a uñas y
dientes que el TAV es imprescindible para el progreso de Nafarroa.
Destacó que el PSN tiene la intuición de que eso es así. Y punto.
Navarra siempre p'alante.
Está visto que el PSN cuando se autocalifica de progresista lo hace
desde posturas que ligan macroinfraestructuras con "progreso". Es
evidente que es parte del sistema y que está muy cómodo con UPN. Los
demás somos la Coordinadora del No.
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