lunes, 11 de agosto de 2014

Sanz verbaliza su temor a perder las elecciones






El riesgo de perder el Gobierno navarro tras casi un cuarto de siglo ha dejado de ser tema tabú para UPN. Miguel Sanz, presidente desde 1996 a 2011, augura que «la permanencia será muy difícil». Cree que Barcina será candidata, ve casi inviable pactar con el PSN y rechaza coaligarse al PP.

 Miguel Sanz, presidente navarro durante quince años y ahora crítico con algunas estrategias de la presidenta de UPN, mostraba ayer en ``Diario de Navarra'' su abierta preocupación. «La permanencia de UPN en el Gobierno será muy difícil», cree Sanz a no más de diez meses de las urnas. Resulta revelador también el modo en que Sanz rebaja el tono de las críticas a Yolanda Barcina; parece renunciar a introducir más elementos de tensión interna en una situación que ve muy compleja. «No quiero ser el Pepito Grillo», confiesa en un pasaje de la entrevista.

Sanz afirma desconocer si Barcina va a seguir siendo candidata, aunque indica que «yo creo que sí, que se va a presentar». El partido ya está pidiendo a la actual presidenta, que controla todos los resortes de UPN, que se decida cuanto antes, y todo apunta a que lo hará al inicio del curso.

Sanz sigue defendiendo que Barcina erró al romper la unidad de acción con el PSN, pero entiende que en la actualidad ya «es muy difícil» recomponer esa entente que llevó a un inédito gobierno de coalición durante un año.

En general, se muestra escéptico con la actitud del denominado «régimen», como conjunto de poderes fácticos que han gobernado Nafarroa en todas estas décadas. «Veo poca actitud por todas las partes para prolongar una situación política que tantos réditos ha dado a Navarra en muchos aspectos, se diga lo que se diga -se queja-. Nos ha dado réditos en materia económica, social, en la prestación de servicios de calidad, y nos ha dado réditos al defender desde la libertad lo que son principios esenciales de nuestro régimen foral». En la entrevista no hace autocrítica alguna sobre el declive económico, los recortes sociales o el escándalo de la CAN.

«Ahora hay cosas que se han debilitado, como todo el tema de la simbología», sigue lamentando Miguel Sanz, que más adelante expone un ejemplo: «Me duele cuando veo animar al equipo de mi tierra, a Osasuna, con una bandera que no es de mi comunidad, me duele».

Además de ver muy difícil un acuerdo con el PSN, Sanz sí critica -con bastante claridad esta vez- la opción de que UPN se coaligue con el PP. Asegura tener «referencias, algunas de ellas con detalle y verosimilitud», de que Yolanda Barcina y María Dolores de Cospedal «tendrían ya casi formalizado un acuerdo», y lo considera otro error porque entiende que cada uno por su cuenta sumarían más: «Antes teníamos juntos 22 parlamentarios y en las últimas elecciones, en las que fuimos separados, sacamos 19 y 4, 23 en total», constata.

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