Los Reyes Magos y Olentzero han
llevado carbón a las puertas del Arzobispado de Iruñea, un gesto con el
que han reprochado la práctica de la Iglesia navarra de inmatricular a
su nombre edificios que fueron construidos gracias al trabajo y las
aportaciones de los vecinos de los pueblos.

Se trata del cuarto año consecutivo en el que la denominada
Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro protesta con esta parodia
festiva ante las puertas del Arzobispado, donde se ha reunido un
centenar de personas para escuchar la alocución de Gaspar en castellano y
de Olentzero en euskara y cantar villancicos con letras críticas.
Tras una pancarta con el lema en euskara y castellano «Mientras haya
expropiación os traeremos carbón», se han situado los cuatro personajes
navideños, que tras depositar un montón de carbón ante la puerta de la
sede eclesial han dejado también una carta dirigida al arzobispo de
Iruñea y Tutera, Francisco Pérez, con sus demandas.
Han explicado el proceso de construcción de un millar de edificios
que en toda Nafarroa fueron levantados gracias al esfuerzo de los
vecinos de los pueblos y que han sido utilizados como ermitas, iglesias,
casas parroquiales y otras, y que al no estar escriturados, la Iglesia
navarra ha hecho esta tarea a su favor en los últimos años.
Gaspar, encarnado por Pascual Larunbe, ha criticado que «han
acaparado sigilosa, opaca y taimadamente más de mil elementos amparados
por una ley franquista», y ha considerado a la Iglesia «la mayor
inmobiliaria de Navarra y del mundo».
Por ello, ha exigido al Arzobispado que «abandone su política de
inmatriculaciones, devuelva a los pueblos los bienes arrebatados y deje
las cosas en su estado primigenio, como siempre había sido. Que no dé la
espalda al aire algo más limpio y fresco que empieza a soplar de Roma».
Es «un clamor popular», ha considerado Larunbe tras recordar que son
ya unos 200 ayuntamientos y concejos navarros los que se han adherido a
las demandas de esta plataforma contra «tamaña agresión».